lunes, 29 de junio de 2009

Llevame a casa...


Como veis sigo viva. Tengo a alabinbonban un pelín desatendido, pero sé que os reconfortará saber que el verano y sus placeres asociados son los únicos culpables de esta desidia bloguera. Prometo resarcimientos y explicaciones en breve, no vaya a ser que me retiren la custodia...


Kacie Kinzer, la artista protagonista de este post, seguro que tenía en mente a Rodolfo Langostino (el de Llllllleváme a casa...) cuando ideó este proyecto, a medio camino entre obra artística y experimento sociológico, y al que llamó Tweenbots.

Los Tweenbots son pequeños robots de cartón que se han perdido en las calles de La Gran Manzana, así que no tienen más remedio que pedir ayuda a los transeúntes con los que se cruzan, que deberán hacer llegar a los pequeños a su destino ayudándose de una notita que indica la dirección en la que le esperan mamá y papá robot.


Los pequeños desvalidos albergan un sencillo motor que les permite desplazarse en línea recta. A medida que se van encontrando obstáculos como baches, papeleras o suelos intransitables, se quedan atascados, y es en ese momento cuando la vulnerabilidad de estos pequeños antropomorfos despierta la compasión de los peatones, que en una ciudad como Nueva York tienen que saber dejar a un lado sus prisas o sus miedos de que se trate de una bomba, y portarse como el alma caritativa que -está por comprobar- todos llevamos dentro.


Lo sorprendente es que hasta ahora no haya desaparecido ninguno, y que todos los Tweenbots hayan llegado sanos y salvos a su destino.

A ver si va a resultar que al final no vamos tan a lo nuestro...


Aprovecho para felicitar a Katapúm, que desde hoy es un año más sabia.
Más arrugada también, vale, pero más sabia al fin y al cabo...
¡Muchas felicidades, guapa!

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