El propio Hitchcock reconoció que esa recurrente costumbre suya de hacer cameos breves en sus películas respondía a una mezcla de necesidad, superstición y sentido del humor. La que fuera una de las marcas de identidad del maestro del suspense comenzó cuando el director se prestó a cubrir un papel como extra en una escena que precisaba de más figurantes de los que el presupuesto podía permitir, pero a partir de ese momento se convirtió en una suerte de sello personal.
En las primeras películas no era demasiado fácil encontrarlo, pero a medida que su fama fue creciendo, sus cameos fueron más visibles y llamativos, al tiempo que llegó a entenderlos como un gesto amuleto inevitable que contribuía a su enorme éxito. Apareció varias veces con instrumentos musicales, en trenes, paseando a perros, haciendo de fotógrafo, jugando a las cartas, saliendo de un ascensor, perdiendo un taxi, paseando con sombrero tejano...
Después de varias películas, llegó un momento en que le resultaba difícil retratarse sin repetirse. Sus cameos llegaron a ser tan famosos, que en sus siguientes películas la genial idea se le volvió en contra, haciendo que muchos espectadores estuviesen más pendientes del momento en que el director aparecía en escena que de la trama de la película. Para evitar esto, comenzó a realizar los cameos durante los primeros minutos para que los espectadores no se entretuviesen buscándolo a lo largo de la película y pudieran centrarse en el argumento.
Directores como Francis Ford Coppola en Apocalypse Now, George Lucas en el Episodio III de la saga de Stars Wars, Steven Spielberg en Indiana Jones o Jurassic Park, Sidney Pollack en Tootsie, Gus Van Sant en My Own Private Idaho o Stanley Kubrick en La naranja mecánica, se apuntaron también a este ejercicio de narcisismo cinematográfico.
Aquí y aquí puedes ver algunos de los cameos del maestro del suspense, que llegaron casi a la cuarentena.
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2 comentarios:
Hace poco, con motivo del aniversario de Vértigo, escuché algo curioso en la tele sobre Hitchcock; decía un contertulio, que había escrito un libro acerca de su filmografía que, con este director, nació en su día el llamado "cine de autor", pues antes la gente, cuando iba al cine, solía decír: - voy a ver una película "de Marilyn Monroe", "de James Dean", etc., pero a partir de la enorme fama que adquirieron las pelis de este gran maestro, la gente empezó a decir:- voy a ver una película "de Hitchcock".
Y pensando yo, reflexionando para mis adentros, se me ocurre que también lo de "Busca a Wally" lo inventó el mismísimo Hitchcock con el tema de los cameos,jeje.
A ver si adivinas quién soy...mmm te voy a dar una pista: solías hacer play-back con mi voz (por lo menos, una vez, jajaja)
Grrrr... que yo no hacía playback, leñe!!, sólo gesticulaba con decisión y un ritmo super armonioso... Diría más, yo creo que eras tú la que te pusiste a cantar siguiendo el grácil y acompasado movimiento de mis labios carnosos. Mmmm... Nunca te lo había dicho para no hacerte daño, que bastante tenías ya con esas ronchas purulentas que como todos saben -gracias a las inestimables labores de divulgación de alabinbonban- te salían en la espalda... Apestosa!
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