lunes, 9 de marzo de 2009

Touched echo



Cuando quedaban apenas cuatro meses para el final de la Segunda Guerra Mundial, las Fuerzas Aéreas de Gran Bretaña y Estados Unidos bombardearon la ciudad alemana de Dresde durante los días 13, 14 y 15 de febrero de 1945. La lluvia de fuego consumió durante horas el casco antiguo de la ciudad, conformando uno de los episodios más polémicos y sangrientos de la guerra. Unos 15 kilómetros cuadrados del centro de la ciudad quedaron totalmente arrasados. El número de víctimas varía en función de la fuente, aunque la línea mayoritaria de la historiografía actual lo cifra entre 18.000 y 35.000 muertos, en su mayoría civiles que habitaban en una ciudad eminentemente administrativa y que estaba muy poco industrializada, por lo que su papel como objetivo estratégico se antoja cuestionable. En la actualidad persiste aún el debate sobre si la capital sajona era un objetivo de interés estratégico o si por el contrario el bombardeo fue una represalia desproporcionada, injustificada e indiscriminada.

El berlinés Markus Kison montó en 2007 'Touched echo', una sencilla intervención urbana situada en la Brühl Terrace de Dresde, un enclave a orillas del Elba desde el que se puede contemplar el reconstruido casco antiguo de la ciudad. Kison dispuso un sistema que permite a quien lo utiliza trasladarse al fatídico momento, ya que, apoyando los codos en la barandilla y utilizando los brazos como conductores, hace que sea posible escuchar y sentir en la propia piel el ensordecedor sonido y la aterradora vibración que se sufrieron durante aquellas dos noches de explosiones y ataques aéreos, gracias a cuatro transmisores instalados a los pies del barandal. El sonido se percibe en el interior del cuerpo, y únicamente si el visitante adopta la postura indicada. De este modo los participantes emulan a quienes sufrieron los bombardeos y evitaban el ruido de las explosiones cubriendo sus orejas con las manos.


Los que lo utilizan se convierten entonces en monumentos personalizados en homenaje a quienes de un modo u otro perdieron sus vidas en aquellos terribles días.


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