sábado, 21 de febrero de 2009

La silla 214 de Thonet


Sí, va de sillas, ¿qué pasa?... Tú es que no eres consciente de lo que vas a poder vacilar con los ebanistas después de leer este post...


La habrás visto en millones de bares, hoteles, teatros, casas... y probablemente nunca le habrás prestado demasiada atención. No te asustes, es normal... Se trata de la silla 214, diseñada por el alemán Michael Thonet (1796-1871) en 1859, y que como bien has calculado, -lince, que eres un lince-, celebra su 150 cumpleaños.

Se trata de la primera silla fabricada en masa de la historia, y la más fabricada de todos los tiempos, con más de 50 millones de unidades producidas hasta el día de hoy. Es además el producto industrial más vendido en el mundo, convirtiendo a Thonet en uno de los pioneros del diseño industrial.


¿La clave de su éxito? Su sencillez. Y es que está montada con sólo 6 piezas y un puñado de tornillos, lo que facilita enormemente su transporte y montaje.

En 1859, el ebanista y constructor de muebles alemán Michael Thonet descubrió una nueva forma de trabajar la madera, que consistía en exponer láminas de madera impregnadas de cola al vapor. El calor y la humedad generados conseguían deformar la madera, hasta el punto de obtener una masa compacta, elástica y flexible, que posteriormente podría modelarse al gusto, simplemente ejerciendo presión. Con este descubrimiento, Thonet no sólo revolucionó el diseño de muebles, sino que también se hizo famoso por crear la técnica del curvado de madera, por la que obtuvo una primera patente en 1841. 

Así es como apareció en Viena en 1859 la "Kaffeehaus-Stuhl n. 14" ("Silla de café Número 14"), hoy bautizada como "Número 214", que supuso la consolidación internacional de la empresa Gebrüder Thonet, que el fabricante de muebles había fundado diez años atrás. 

La empresa había trasladado en 1856 sus actividades al pueblo moravo de Korycany, en la parte oriental de la actual República Checa. Moravia proporcionó a Thonet y a sus cinco hijos la madera de haya, la materia prima esencial para expandir la producción. 
A principios de 1870, la familia tenía filiales repartidas por todo el mundo. Un mueble tan atractivo como funcional y sencillo era justamente lo que la sociedad del siglo XIX reivindicaba en un momento en que todas las artes buscaban huir del neoclasicismo imperante. Cobró protagonismo en los escenarios de teatro y de cine, como elemento imprescindible de los cafés parisinos y berlineses de principios de los 30, que se fueron aligerando y adquiriendo una apariencia menos pomposa y opulenta. 
Hoy, la empresa Thonet está capitaneada por la quinta generación de la familia y tiene su sede en Frankenberg, al norte de Hesse (centro de Alemania).

La aparición de la 214 de Thonet marcó un antes y un después en la historia de las clases sociales, al ser la primera silla específicamente diseñada para atraer a las masas y con un precio accesible para la burguesía incipiente de toda Europa. Hasta su nacimiento, la clase acomodada era la única que tenía el privilegio de sentarse en sillas, pero el triunfo de las industrias culturales y la mercantilización del arte, trajo consigo la producción en serie. 


Una silla con clase, resistente, atemporal, ligera, sensual, inspiradora.


No hay comentarios: